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sábado, 29 de octubre de 2011

Al acecho...


6ª Dia misma rutina:
6:00        Despiertan
6.15        Alimentan al ganado
7:00        Desayuno
8:00        Lecciones de letras
10:00        Lecciones de combate
11.30        Visita del Jefe de Aldea
12:00        ...
Eran las 11:40 y un misterioso hombre vestido en harapos yacia acostado en el suelo granitico sin notar los bichos o la suciedad a su alrededor, aun no pasaba una semana y como cazador que vigilaba a su presa por demasiado tiempo estaba exhausto de esperar pero sabia que si se adelantaba un solo paso todo fracasaria miserablemente, tal y como el dia de hoy llevaba 6 dias vigilando, cansado de esperar algo diferente que delatara a la Orden, aquellos que venia persiguiendo, todo denotaba que les habia adelantado pero no podia ser por tanto tiempo, no podia errar, bien lo sabia, tenia informacion desde dentro de la Orden y el siguiente punto era aquel remoto pueblo, con aquella familia que bien sabia el, estaba mas que involucrada aunque fuera involuntariamente y sin que ellos lo supieran, estaban expuestos a un peligro que superaba cualquier sueño pueblerino de aventuras y a pesar de que la mujer se veia fuerte para su condicion de guerrera de 5º nivel retirada, El sabia que Ophelia no seria mas que una distraccion para aquellos que venian a por ellos, Lo sabia y tenia aun mas presente que no podia mover un dedo hasta saber quien era el encargado de ejecutar el secuestro, solo asi El podria saber que tanto le importaba a la Orden lo que Ophelia y su hija Miria sabian, tampoco podia ponerlas sobre aviso por que podia haber alguien mas vigilandolas, aun desde dentro del pueblo, aun aquellos con los que ella habia vivido hace tantos años, Nadie era de confianza, nadie desde la Restauracion de la Orden.
Al parecer era comun que el jefe Sergio o como en su lengua natal y como todos lo llamaban “Serge”, asi lo habia rebautizado la Orden por el lugar del que venia, ni los nombres respetaba, para ellos todo era control y ”Orden”, fabulosa idea llamar asi a la Organizacion que controlaba ya la mayoria de los pueblos civilizados, el mensaje era claro siempre, no habia dudas ni excepciones, a favor o en contra, no habia mas para los agentes de la Orden todos eran fieles o enemigos y como tal se les trataba era un ambiente de control completo nadie se escapaba de las manos de la Orden. Ya pasaban de las 12:20 y nadie salia ni un ruido, todo era silencio y a pesar de que la rutina no cambiaba, se sentia un tanto nervioso, como si algo en el ambiente le dijera que entrara y cuanto antes mejor, El sabia que deberia esperar pero algo le decia que no habia tiempo, una corazonada fria e hiriente mas que otra cosa le obligo a levantarse casi de un salto, al terminar de dar el primer paso, una flecha silbo sobre su hombro derecho hiriendolo, lo sabia alguien mas estaba en las cercanias, si habian llegado era momento de entablar combate mientras aun era la vanguardia, cuando llegara el grueso del batallon estaria en plena desventaja, asi siguiendo su instinto se adentro en el linde del bosque donde tendria la ventaja de la posible sorpresa sobre sus contendientes, pero la sorpresa fue suya cuando descubrio que no era la vanguardia contra la que se enfrentaba, eran mas que unos simples exploradores de terreno cuando menos habia medio batallon a primeras luces, entonces entendio que se le tendio una emboscada poniendo en riesgo a aquellos que debian conducir ante algun Maestre, si esto era cierto, El tenia tanto peso o aun mas que aquellos que debia proteger, como un rayo paso sobre su mente la idea que aquella mujer y niña podian ser parte activa de la Orden o que pudieron ser la carnada, muchas ideas para una batalla, demasiadas cosas en la mente y recordando aquella oracion que de niño le fue inculcada, se decidio a entrar en batalla como hacia mucho tiempo que lo evitaba.
Empuño mi arma y Limpio mi mente
Observo el campo y Fijo mi vista
Golpe de Vista y uno a uno muere!
Previendo que habia muchos mas y estando en clara desventaja, opto por cambiar el terreno, en un solo movimiento retomo el camino hacia la casa a sabiendas del peligro apenas pudo cambio la direccion hacia el sur para lleegar al un pequeño corral, aun tenia la duda de que habia sido con aquellas que habia venido a proteger y el porque de tanto silencio, mientras corria evitando flechas y depresiones en el terreno que lo pondrian en una situacion aun mas precaria, topo con el pequeño establo en el que se habia aventurado a dormir unos dias antes, aventura por la cual casi le habian descubierto los perros, dentro del establo busco el hoyo que habia encontrado que le daba acceso al perro a la casa sin tener que dar un rodeo, obviamente un hombe de mas 25 años curtido por la vida al intemperie y fornido por los trabajos manuales del mar, no pasaria por tan pequeño orificio, asi que haciendo uso de la espada corta que cargaba siempre logro palanquear uno de los soportes, mientras los gritos del batallon organizaban una busqueda desesperada en las cercanias de la casa asi como mandaban a varios al interior de la casa, El sabia que un error de calculo o siquiera la menor tardanza caerian sobre el de 4 a 6 hombres fuertemente armados, experimentados o no serian 4 o 6 que podrian llamar de menos a otros tantos, asi que con la mayor cautela, se deslizo en el interior de la casa, descubriendo el porque de tanto silencio, no habia nadie dentro, todo parecia tener un orden impecable, no habia nada tirado, nada fuera de lugar, lo mas sospechoso es que la puerta estaba cerrada por dentro y se percibia un leve aroma a madera quemada asi que el ambiente calido, puerta y ventanas cerradas, chimena apagada, alguien o mejor dicho algun mago habia estado ahi, algun chaman o alquimista, más no podia saber quien, tenia que moverse rapido lo sabia pero no habia mas que la cocina y el dormitorio compartido, una comoda y hogareña choza como aquellas que llego a soñar cuando se encontraba en alguna correria llena de aventuras y peligro, aun no se explicaba el como habian salido sin que el se diera cuenta cuando habia estado vigilando, penso en aquel hueco en la choza, pero era imposible que salieran por ahi y menos con el gordo jefe de la aldea, cuando a cierta distancia se alcanzaban a escuchar pasos y el tintinear de armas contra las cotas de malla, ya no habia tiempo cuando entraran el estaria perdido o peor aun seria preso por la Orden y sus esbirros, pero el porque lo quisieran capturar aun no lo entendia, cierto es que les habia hecho muchisimas malas pasadas en batallas o aun antes cuando no conocia a Tarcisio, pero a pesar de ello El sabia que el enojo de la Orden no podia ser tanto como para capturarlo, era bien sabido que siempre que la Orden queria alguien vivo es por que les interesaba ya fuera por informacion o por comprarlo y en caso que no aceptara las amables ofertas de la Orden, el departamento de Reglas, era bien conocido por ayudar a la gente a entrar en razon, tomando esto en cuenta, solo quedaba la opcion de salir vivo y libre o morir en la batalla, lo demas era inconcebible de imaginar lo que llegara a pasar, podrian pasar años antes de que volviera a ver la luz si es que la volvia a ver, dejando a un lado la reflexion de su futuro y volviendo a la realidad que tan oscura se vislumbraba, empezo a realizar una barricada contra la puerta para impedir el acceso de los asesinos de la Orden, poniendo las camas contra la puerta principal y a modo de obstruir la vista de una ventana con las colchas improviso unas cortinas pesadas y tapando los ventanales y asegurandolos contra los marcos evito que las flechas entraran buscando algo de carne que desgarrar o algunas antonchar buscando calentar el ambiente, derrumbo la mesa y comenzo a hacer una fogata emprovisada en la chimenea para que nadie bajara por el tragahumo, con las entradas bloqueadas lo uncio que restaba era el plan de escape, penso en el hueco de la pared de la cocina, pero cuando se acerco noto que era una mala idea, medio cuerpo de un orco asomaba por el hueco, debido a una deformidad claramente visible en las costillas se encontraba atascado, sin pensarlo tomo la espada corta, se acerco por detras desarmamdolo y en un ogresco lenguaje claramente marcado por los sonidos guturales contra la respiracion entrecortada pregunto:
-Cuantos son y de que rangos, soldado?
Sorprendido de verse sometido y sin animo de morir aun..
-¿Quien crees que eres para demandar informacion?
-De momento soy tu captor y a menos que quieras que sea tu verduro hablaras
Poniendo mala cara y torciendo aun mas el gesto
-Somos 2 batallones nos acompaña un subteniente y 2 oficiales de campo, la has hecho buena, tienes rango Alpha y ya sabes lo que sucede cuando traes ese rango..
Sonriendo de una manera sarcastica y levantando su brazo derecho sobre su cuerpo tendido en el suelo, -Si no me crees, veelo por ti mismo-
Dirigio su mano a un bolsillo de su chamarra del cual saco un rollo de papel donde aparecian los objetivos a capturar, las primeras 2 hojas aparecian marcadas por una cruz, la tercera aparecia El, todo en un buen Español bellamente escrito-
-Dame los detalles ahora-
-¿Para que? si no tienes escapatoria, te ofrezco tomarte como mi prisionero, no sufriras mucho, puede que te trate bien, hahaha-
-Ahora, los detalles- y poniendo la punta de la espada contra la garganta del Orco, espero
-Puede que te diga que ellas ya estan con la Orden y Tú, solo eres una pieza que la Orden necesita para acabar con su jueguito, pero ya no seras problema, te tienen algo especial a Tí
-Que mas sabes ¿por que yo?-
-Nadie lo sabe, pero creemos que es por tu amiguito ¿todavia recuerdas como era?
-¿El que tiene que ver con esto?-
-No mucho solo que puso su confianza y algo mas en ti, ya oiste, ya vienen y tu no tienes mucho para escoger, dejame capturarte y considerare darte de comer diario hahaha-
Con esta platica veia un poco mas de lo que estaba pasando, Ophelia y su hija, aquellas que juro proteger, estaban con la Orden, no podia ser cierto, El sabia que detestaban la Orden y buscaban con ahinco su caida, pero eso fue hace mucho tiempo,todavia recordaba la unica vez que las vio, Ophelia tan vivaz y su hija aunque pequeña hace tanto tiempo, se veia movida por la bondad misma, ¿que habria cambiado en tanto tiempo?, no era tema de momento, lo sabia y tenia que tomar una decision, tenia que Luchar y salir de ahi con vida para investigar que habia pasado en el mundo antes de que se empezara a caer a pedazos, ante de que cayera completamente, aun quedaba un brisna de esperanza y era mejor aferrarse a ella, Lucharia con todo lo que tenia para salir vivo, con que solo pudiera pasar el mensaje, eso seria suficiente.
Ante tal panorama tan desolado y tan agreste, tendria que recurrir a su ultima oportunidad de supervivencia, del pequeño fardo que cargaba siempre, saco una pequeña botella de cristal con un liquido, negro que robaba la luminiscencia de las cosas a su alrededor. Bebio un pequeño sorbo y espero la reaccion tan temida siempre, hoy la esperaba con ansia y cuase desesperacion, sentia el ligero temblor de los miembros y la debilidad de su cuerpo previa a tan violenta reaccion, al ser un humano casi sin magia y tan explosivo, sabia que si algun hechicero y aun el mas debil y novato de los magos lo podria destrozar en segundos, “Nadie puede ir contra su naturaleza”, sabia palabras de su maestro, pero el tenia una mision y no se podia rendir. Aun no.
Visualiza un fosforo
enciendelo
imaginalo en el centro de un pequeño lago
Visualiza el fosforo en medio del agua
imagina que el agua se comienza a mover
al ritmo de la pequeña flama
Ahora imagina el Aire caliente alrededor de la pequeña flama
siente como se mueven al unísono
la flama envuelta por el aire
que a su vez es rodeada por el agua
en una danza ritmica
interminable hasta que tu lo desees
Ahora tus miembros danzan con ellos
y ellos te siguen,
siguen tus movimientos
tu brazo se levanta horizontal y con el, los tres elementos envolviendote
Tranquilo solo falta poco ...
Yacia en el centro de la habitacion cuando la puerta estallo, enseguida de la explosion solo se vieon sombras entrando por la abertura, violando el tranquilo espacio que un minuto antes solo tenia un ocupante, que seguia tranquilo, hasta que abrio sus ojos.
-Esta sera su tumba, no por mi deseo sino por lo que se me ha encomendado, no me odien, solo descansen por siempre-
Al acabar esta frase movio su brazo como si tratara de lanzar un golpe hacia los intrusos, cuando el brazo llego a su distancia maxima, todo alrededor de El comenzo a marchitarse concentrandose en una fina hoja parecida al cristal, la hoja era larga y puntiaguda la cual al abrir su mano estallo en mil esquirlas de cristal, alcanzando a la primer fila de atacantes, los cuales cayeron por el intenso impacto no sabria decir si muertos o sin sentido, el ataque fue tan subito como elegante y mas de 8 cayeron sin notar el ataque, desconcertados por el ataque que derroto a sus compañeros el resto se mostraba dubitativos, antes que un aplastante golpe los embistiera desde arriba, aquellos que esperaban la orden por si llegaban a necesitar refuerzos solo alcanzaron a escuchar un strepido y segundos despues la casa de colapsaba en una nube de polvo, cuando aquellos que estaban mas cerca corrian para remover escombros y apoyar a sus compañeros caidos asi como seguir el ataque se habian acercado a menos de 5 pasos, se oyo mas que verse una llamarada enorme que hizo crujir los huesos de todos aquellos que alcanzaron a escucharlo, se levanto un viento como un huracan y con el levanto las llamas 5 metros de altura, las cuales cayeron sobre lo que anteriormente fue la pequeña choza y sus alrededores, terminando con la emboscada y la persecucion, solamente algunos de los afortunados atacantes lograron sobrevivir con heridas profundas y piel quemada, se retiraron al linde del bosquecillo buscando algun apoyo y esperando que aquello que los alcanzo en su emboscada no los siguiera si es que aun estaba vivo.

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